“La derecha le ha concedido a la izquierda una plataforma de campaña de la que puede arrepentirse en los próximos meses”.
El bloque de la derecha en el Congreso ha decidido dejar la Comisión de Energía y Minas en manos de la izquierda, sin equiparar los riesgos que significa esta decisión en medio de una campaña electoral en la que los informales e ilegales, por sus intereses, buscan una representación directa en el nuevo Parlamento que tendremos desde el 2026.
El bloque que impulsó la candidatura de José Jerí tenía los votos para imponerse en la repartición de las presidencias de las comisiones. El grupo de Energía y Minas era uno de los que debía asegurarse. La experiencia del último año –en el que dicho grupo estuvo en manos del Bloque Magisterial– nos dejó varias muestras de lo peligroso que resulta la infiltración de la agenda informal e ilegal en un sector tan clave para el país como es la minería.
Si bien el bloque de la derecha apoyó medidas polémicas a favor del sector informal minero –como la ampliación del Reinfo–, este último año de Congreso era el espacio ideal para marcar distancia y rectificar la mala conducción de la agenda minera.
Además, las bancadas de este espectro político están teniendo una mala lectura sobre los supuestos réditos políticos que pueden obtener desde los sectores informales e ilegales. Una encuesta de Datum para el Centro Wiñaq reveló que más del 60 % de personas apunta que ninguna bancada está haciendo un buen trabajo abordando este tema; incluso hay una percepción de corrupción detrás del apoyo (70,2 %). A estos se suma que un 54,6 % de peruanos señaló que se inclinaría a votar por un candidato que restrinja a la minería informal. Solo un 8,9 % respaldaría lo opuesto.
El bloque de la derecha no solo se niega a entender estas cifras, sino que impulsa a los congresistas que tienen serios conflictos, al menos con el sector de la minería informal. El hecho de que Fuerza Popular decidiera poner a Víctor Flores Ruíz –cuyas empresas tienen concesiones con inscripciones en el Reinfo– a la cabeza de la Comisión de Economía nos muestra un escenario sombrío en el que los partidos parecen hipotecados a sectores dañinos para el país.
Lo que toca es monitorear al milímetro la agenda legislativa en comisiones como Economía y Energía y Minas. En el grupo de Economía está la peligrosa iniciativa que busca autorizar al BCR a comprar oro de la pequeña minería y la minería artesanal. En el grupo de Energía y Minas lo más peligroso estará en los proyectos que se presenten desde ahora, a sabiendas de que la izquierda será solo una mesa de partes de los intereses informales e ilegales.
La derecha le ha concedido a la izquierda una plataforma de campaña de la que pueden arrepentirse en los próximos meses, especialmente desde diciembre, cuando las candidaturas estén definidas. Entonces se darán cuenta de que la promesa de apoyo de los mineros informales e ilegales solo fue un discurso para conseguir infiltrar sus intereses. Una vez conseguido parte de los objetivos, los informales e ilegales volverán a su cauce natural, porque ahora ha quedado demostrado que no necesitan aliados cuando pueden tener a sus propios representantes dentro del Parlamento.
Fuente: El Comercio – Martin Hidalgo Bustamante es jefe Editorial