Como presidenta de la Comisión de Cambio Climático en Perú, es imperativo destacar el impacto significativo que la presentación del Acelerador de Descarbonización Global (GDA) ha tenido durante la COP28. Este programa, compuesto por tres pilares esenciales, marca un hito importante en nuestra lucha colectiva contra el cambio climático.
El compromiso de 116 naciones para expandir la capacidad de energía renovable y mejorar la eficiencia energética para el año 2030 es un avance alentador. En particular, la Declaración de Intención de Hidrógeno respaldada por 27 países ofrece una oportunidad invaluable para impulsar el comercio global de hidrógeno con bajas emisiones, señalando hacia un futuro más sostenible y energéticamente eficiente.
Es igualmente esencial destacar la importancia de la descarbonización del sistema energético actual. El compromiso de 50 empresas, que representan una parte significativa de la producción mundial de petróleo, hacia cero emisiones de metano y operaciones netas cero para el año 2050 es un paso trascendental. Las acciones acordadas, como las inversiones en energías renovables y la transparencia en la medición de emisiones, marcan un camino firme hacia una economía más limpia y sostenible.
El lanzamiento del Acelerador de Transición Industrial (ITA) es un ejemplo vivo del compromiso para acelerar la descarbonización en sectores con grandes emisiones. Esta iniciativa, que fomenta la colaboración entre formuladores de políticas, expertos técnicos y financiadores, demuestra una determinación colectiva para implementar proyectos de reducción de emisiones.
El enfoque holístico hacia la mitigación de distintos contribuyentes al calentamiento global, particularmente el metano y los gases distintos al CO2, es un aspecto destacado de este esfuerzo conjunto. La atención dedicada a la reducción de las emisiones de refrigeración refleja una comprensión profunda de los desafíos y la necesidad de abordar todas las fuentes de emisión.
Los signatarios de la Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas, a nivel global, merecen reconocimiento por su compromiso con la transición hacia fuentes de energía más limpias. Sin embargo, para asegurar el éxito de estas iniciativas, la implementación efectiva, la rendición de cuentas continua y la colaboración constante entre países, empresas y partes interesadas son imperativas.
En Perú, estamos comprometidos con esta lucha global y esperamos que estas acciones colectivas en la COP28 allanen el camino hacia un futuro más sostenible, limitando el calentamiento global a 1.5°C. Es hora de pasar de las palabras a la acción, y nuestra nación está lista para contribuir activamente a este esfuerzo mundial por preservar nuestro planeta para las generaciones venideras.
Escribe: Magaly Ruíz Rodríguez – Congresista