Lo que viene sucediendo en nuestra ciudad capital, para poder contener la expansión de contagio del coronavirus, identificado en mercados de abastos y en zonas de alto comercio ambulatorio e informal, así como en el transporte público, ha puesto en primera línea de contención a los alcaldes de los 43 distritos de Lima.
Esto prueba una vez más que, la formalidad y el poco apego de este sector de la ciudadanía para cumplir con las normas sanitarias y de distanciamiento dispuestas por el Gobierno, le son indiferentes, aún así ponga en riesgo su propia vida y la de los demás.
Las gestiones municipales con sus respectivos alcaldes con apoyo de personal policial y del ejército, libran día a día una lucha permanente en las calles, para hacer cumplir las normas sanitarias y de distanciamiento, pero es insuficiente al calor de los resultados, el nivel de contagio se incrementa y con ello el número de fallecidos, el tumulto y la desobediencia civil está pasando una factura social muy alta.
La firmeza de las autoridades municipales para frenar estos desbordes sociales, debe contar con el apoyo de la ciudadanía, los ciudadanos no deben estar ausentes en estas horas difíciles, no debe dejarse solo a los alcaldes, la vida de todos está en juego, más aún cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) en conferencia de prensa vaticina que para el mes de agosto próximo la cifra de fallecidos por la COVID-19 en nuestro país, llegará a la cifra de 13 mil personas.
Esta dramática cifra anunciada por la OMS, debe poner en alerta a la ciudad capital con sus más de 10 millones de habitantes, es hora de respetar las normas sanitarias y el distanciamiento, poner mano dura y con más firmeza el actuar sobre los desbordes sociales. Debe el Gobierno disponer el inmediato retorno a la inmovilización social obligatoria.
La Asamblea Metropolitana de Alcaldes, es una herramienta de gestión que está en capacidad de ejercer y convocar el alcalde de Lima Jorge Muñoz Wells, al amparo del artículo 162 de la LOM. Reunidos los alcaldes de Lima metropolitana y representantes de la sociedad civil, pueden tomar decisiones para frenar estos desbordes sociales.
No puede ser posible que ante el cierre por ejemplo del Mercado Mayorista de Frutas en La Victoria, se haya generado invasión, caos y desordenes en los distritos vecinos de Ate, San Luis y otros. Aquí, debió haberse planificado una respuesta conjunta de los alcaldes para evitar este desmadre. En un solo día en la zona invadida de Ate por los comerciantes de frutas, se generó 5 toneladas de residuos sólidos, según información brindada por el alcalde Edde Cuellar.
Insisto que la Asamblea Metropolitana de Alcaldes, debe tomar acciones inmediatas para en conjunto resolver los problemas de Lima en esta crisis sanitaria que golpea a la ciudad con un alto número de contagios y víctimas de la COVID-19.
Horas difíciles se está viviendo en todo el país por esta pandemia mundial del coronavirus, miles de hogares de peruanos enlutados, profesionales de la salud, bomberos, policías y militares; vienen dejando sus vidas por enfrentar este enemigo invisible. Trabajadores municipales también tienen su cuota de sacrificio, en ese afán de mantener la ciudad limpia. En las decisiones del Gobierno, no debe primar el interés económico debe prevalecer la vida. La economía se puede recuperar, la vida no. Escribe: Oscar Larenas Núñez – Director