“Sin criterios técnicos y sin un equipo profesional de por medio, las mesas impulsadas por Salhuana constituyen tan solo una estrategia para limpiar su imagen”.
Se van a cumplir dos meses de la actual legislatura y el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, aún no presenta la agenda legislativa que debe ser aprobada en el pleno. En cambio, la gestión de Salhuana viene impulsando “mesas temáticas” que solo sirven para meter en la agenda proyectos antitécnicos de corte populista, que lo único que buscan es realzar la criticada imagen del presidente del Congreso.
Una de las mencionadas mesas impulsadas por Salhuana estuvo referida a temas agrarios. Producto de sus reuniones, en el último pleno se metió a la agenda la fórmula que “busca fortalecer Agrobanco y establece facilidades para el pago de las deudas de sus prestatarios”. Pero al equipo de Salhuana que maneja estas mesas parece que se le olvidó revisar los documentos técnicos o, peor aún, decidieron omitirlos.
Una rápida revisión del expediente digital permite advertir que la Comisión de Economía y la Comisión Agraria recibieron varias observaciones técnicas. Esto implica una mala señal de lo que puede esperarse en la gestión Salhuana: leyes populistas carentes de estudios técnicos que las avalen.
Sin criterios técnicos y sin un equipo profesional de por medio, las mesas impulsadas por Salhuana constituyen tan solo una estrategia para limpiar la imagen del congresista de Alianza para el Progreso (APP). Un intento de borrar las críticas que existen en su contra por sus nexos con la minería ilegal.
Como parte del afán de protagonismo de Salhuana, su equipo incluso decidió dejar fuera de las mesas a los presidentes de comisiones, por lo que queda claro que no quieren voces técnicas que le resten protagonismo. Meter temas en agenda sin la aprobación de las comisiones especializadas es un nuevo mecanismo para infiltrar intereses en la agenda legislativa. Resulta un accionar muy diferente al que alguna vez implantó Luis Valdez, también de APP, que durante el período extraordinario 2020-2021 buscó construir una agenda parlamentaria basada en la coordinación estrecha con los presidentes de las comisiones.
El liderazgo de la presidencia del Congreso de la República debe orquestarse desde los lineamientos institucionales que ya están establecidos. Cualquier acción fuera de estos cauces son intentos de filtrar intereses personales o de terceros. Sería bueno que Salhuana empiece a revisar los intereses que representan los integrantes de sus equipos, donde muchos juegan a las puertas giratorias.
Si el titular del Legislativo realmente quiere instaurar debates técnicos, debería empezar por convocar a especialistas para conversar sobre la minería ilegal. Así podrá darse cuenta de que todos ellos coinciden en que las iniciativas que Salhuana impulsó y que otros congresistas aún tienen en agenda son perjudiciales para el desarrollo del país.
Fuente: El Comercio – Martin Hidalgo Bustamante es jefe editorial