Estamos a pocas semanas del estreno de “La otra orilla”, la primera telenovela peruana que se viene grabando en tiempos de pandemia.
Una apuesta de la productora Michelle Alexander, que además de enfrentar el reto de atrapar a la audiencia con una trama muy actual, deberá cumplir estrictamente los protocolos sanitarios para evitar cualquier contagio del coronavirus entre los actores y técnicos de su elenco. Y esa es otra historia.
Valgan verdades, aquí, en la mismísima Televisa, y en la poderosa Red O’Globo, emprender un proyecto de ficción con el límite del distanciamiento social, exigirá toda la creatividad de guionistas, directores y productores para que la historia camine.
Imaginar a los protagonistas del guion, que en algún momento deberán demostrar sus sentimientos, sin poder abrazarse y menos darse un beso, será todo un desafío. Y ya se sabe que antes de una escena de esas románticas, que serán inevitables en la trama, los actores deberán haber pasado por las pruebas respectivas. Mientras, todo coqueteo tendrá que ser de lejos.
Las tan celebradas escenas en exteriores, igualmente serán dosificadas hasta el mínimo y con personal básico. Nada de extras, menos generar alboroto en las calles, todo esto va en contra de las disposiciones que son muy estrictas.
No se debe pasar por alto que todos los involucrados en la producción, al llegar a los sets de grabación, pasarán por control de temperatura, no deberán dejar las mascarillas, que solo los actores se quitarán para grabar sus respectivas escenas. Lentes protectores, alcohol en gel, mamelucos, sana distancia, serán elementos que se tomarán en cuenta de ahora en adelante en las grabaciones.
¿Y qué pasará con los actores de más de 65 años que se encuentran en el grupo de riesgo? Pues se sabe, por ejemplo, que en la teleserie “De vuelta al barrio”, cuyo regreso aún es incierto, le habrían dicho adiós a Adolfo Chuiman, Ivonne Frayssinet, Ana María Jordán y Teddy Guzmán. Hoy los primeros actores por la pandemia, salvo que firmen una declaración jurada asumiendo riesgos, no tendrán cabida en producciones televisivas y de cine.
Así estamos, a acostumbrarnos a la “nueva normalidad” también en la industria del entretenimiento.
Escribe: Johnny Padilla – Diario Correo