Producto demuestra cómo el diseño y la comunicación visual pueden actuar como agentes de cambio social.
La Carrera de Arte y Diseño Empresarial de la Universidad San Ignacio de Loyola presentó Kushikuy, una iniciativa innovadora que busca promover la transmisión intergeneracional del quechua central entre niños de 6 a 10 años mediante el diseño de tarjetas educativas y un juego de memoria.
El proyecto Kushikuy fue desarrollado por la estudiante Mercy Bruno López como parte de su tesis de licenciatura. Se inspiró después de observar que el quechua central estaba en peligro de extinción y deseaba crear un recurso que ayudara a los niños a aprender y preservar su lengua materna.
Durante su investigación, Bruno encontró que el hablante de herencia y la sociedad peruana carecen de un incentivo para transmitir y aprender la lengua originaria y la tradición oral, además de la falta de espacios para la transmisión de la lengua entre generaciones.
En Perú, 4’390,088 personas tienen como lengua materna una lengua nativa, lo que representa el 16.3 % de la población del país. De esa cifra, 3’375,682 personas (13.9 %) son quechua hablantes.
Según cifras de la Unesco, el 40 % de las 7000 lenguas utilizadas en todo el mundo están en peligro de desaparecer, incluido el quechua.
El proyecto Kushikuy ha alcanzado reconocimiento y prestigio en el ámbito académico y ha sido presentado en diversos espacios de desarrollo y discusión. Además, ha sido publicado como artículo de investigación en revistas especializadas, consolidando así su relevancia en la sociedad.
Kushikuy es un ejemplo destacado de la consolidación de la formación profesional en diseño y arte, mostrando la importancia de la investigación articulada y coherente con un aporte real y concreto en favor de los grupos más necesitados.
A través de este proyecto, se valida la competencia de investigación y se demuestra cómo el diseño y la comunicación visual pueden actuar como agentes de cambio social.
El director de la Carrera de Arte y Diseño Empresarial, Rafael Vivanco, resalta que la formación en diseño va más allá de adquirir habilidades y conocimientos técnicos; es una oportunidad para identificar espacios de crecimiento y desarrollo profesional.
“En USIL contamos con docentes practitioners, expertos en sus áreas y comprometidos con la enseñanza, quienes comparten sus experiencias y aprendizajes con los estudiantes” destacó Vivanco.
Kushikuy es un claro ejemplo de cómo el arte y el diseño pueden tener un impacto significativo en la preservación cultural y la educación de las nuevas generaciones, demostrando que el diseño puede ser un poderoso vehículo para la transformación social.
Fuera de juego
La Carrera de Arte y Diseño Empresarial ha desarrollado más de 250 investigaciones sobre diversos ejes temáticos, los cuales pueden ser revisados en el siguiente link: https://acortar.link/6zr8D1