“Es lamentable que Fujimori, a casi 25 años de haber dejado el gobierno, no pueda decir claramente que Vladimiro Montesinos cometió graves delitos y no simples errores”.
Alberto Fujimori ha vuelto. Y no nos referimos a la libertad concedida por el indulto, sino a que ha regresado para fijar posición no solo en la política nacional, sino en Fuerza Popular, partido fundado por su hija Keiko.
“El gobierno de la presidenta Dina Boluarte va a continuar hasta el 2026. Por lo menos Fuerza Popular y el fujimorismo así lo han acordado”. Esta fue la frase de Fujimori que marcó su retorno a la arena política. No era la primera vez que se dejaba ver en público, pero entonces se negó a emitir declaración alguna. El último lunes decidió no quedarse callado ante las preguntas del periodista Kike Montenegro de Willax.
Las frases de Fujimori se han convertido en su declaración más política desde que dejó prisión. El expresidente le dio un amplio respaldo al gobierno de la presidenta Dina Boluarte confirmando –algo que es una evidente realidad– que la presidenta tiene dos bastones: uno, el presidente del Consejo de ministros, Alberto Otárola, y el otro, el Congreso, en concreto la bancada de Fuerza Popular.
Si bien el soporte naranja a la actual administración no es un tema explícito, las acciones son más que evidentes. Para algunos conspicuos fujimoristas, no hay mejor camino que apoyar a que Boluarte llegue hasta el 2026 sin mayores sobresaltos. Lo cierto es que forzar un adelanto de elecciones bajo las actuales circunstancias sería un suicidio.
La presencia de Rómulo Mucho en el Ministerio de Energía y Minas es una señal de que podría haber una intención de destrabar los proyectos mineros, lo que le daría oxígeno al régimen para llegar al –todavía lejano– 2026. Ver para creer.
El ‘chino’ no solo se refirió al actual gobierno, sino también a las próximas elecciones. Consultado sobre una nueva candidatura presidencial de su hija Keiko, el exmandatario respondió que “todavía es prematuro pensar en ello”, aunque advirtió que “el fujimorismo siempre estará presente”, porque “hay público”. Y público es lo que no le falta a Fujimori cuando camina por la calle.
Algunos entusiastas fujimoristas todavía sueñan con una candidatura presidencial de su líder, quien actualmente tiene 85 años y una debilitada salud.
Boluarte y las elecciones no fueron los únicos temas de los que habló Fujimori. También le preguntaron por su asesor Vladimiro Montesinos, actualmente preso en la Base Naval del Callao. El expresidente fue incapaz de condenar con severidad los actos de corrupción de quien fuera su asesor.
“Cada persona comete sus errores, pero él cumplió también su función. Al final se mareó, lo mareó el dinero”. ¿Al final?
Es lamentable que Fujimori, a casi 25 años de haber dejado el gobierno, no pueda decir claramente que Vladimiro Montesinos cometió graves delitos y no simples errores.
¿Cómo se puede explicar que, pese a todo el perjuicio que Montesinos le causó al país y, en concreto, a su régimen, Alberto Fujimori no pueda condenar a este oscuro personaje?
Fujimori, quien por un lado envía mensajes de apoyo al régimen, termina desacreditando su liderazgo con esa “lealtad” a Montesinos que enerva a más de uno.
El retorno es completo, con dupla Fujimori-Montesinos incluida.
Fuente: El Comercio -Diana Seminario / periodista