La ciudad de Lima se enfrenta a una serie de retos que plantean interrogantes sobre su crecimiento desordenado y la falta de un horizonte definido para abordar las problemáticas ambientales y de calidad de vida.
Según la más reciente encuesta realizada por Lima Cómo Vamos, la contaminación del aire generada por los vehículos es identificada por el 58,1 % de los limeños y chalacos como el principal problema ambiental que impacta sus vidas. Le siguen la contaminación industrial y el ruido, con un 42 % y 30 % respectivamente. Sin embargo, resulta preocupante que solo un 14,3 % de los encuestados mencionó la importancia del cuidado de las zonas naturales y el equilibrio ecosistémico.
En el último Reporte Urbano de Percepción Ciudadana en Lima y Callao 2023, se destaca un cambio en las prioridades de la población. Aunque la inseguridad ciudadana sigue siendo el problema principal, la limpieza pública ha ascendido al segundo lugar, compartiendo posición con la corrupción de funcionarios y la contaminación ambiental. Alfredo Lozada enfatiza que, lamentablemente, el 95 % del crecimiento de las ciudades ha sido informal, impulsado en gran medida por el tráfico terrestre y la necesidad de la población de adquirir terrenos a través de traficantes de tierras.
El director de PRO CIUDADES expone un problema fundamental: la falta de componente urbano en los asentamientos informales. Describe un proceso donde el Estado, después de 15 o 20 años, interviene proporcionando servicios básicos y otorgando la propiedad, pero ya en un contexto de caos establecido. Lozada señala que el problema del tráfico vehicular es solo la punta del iceberg, siendo el resultado de un transporte público caótico y la expansión horizontal descontrolada de las ciudades.
Fuente: Lima Conecta