Madres de Juli, en Puno que lloran a sus hijos, que no volverán a ver, nos tiene que hacer reflexionar.
Nuestro país se encuentra en una grave situación política, económica y social que ha llevado al desempleo a miles de hombres y mujeres, sumados a la cada día más creciente presencia de ollas comunes en las zonas vulnerables, porque simplemente los sueldos de los trabajadores, que tienen la suerte de contar con empleo estable, se han reducido dramáticamente, mientras los precios de los productos alimenticios se han disparado y se han vuelto inalcanzables para los presupuestos de las amas de casa.
Si esta situación no hace reflexionar a nuestras autoridades en este día tan especial como es el Día Internacional de la Mujer y proponen alternativas inmediatas desde las más altas esferas del poder político, para resolver el problema, estamos condenados a vivir más días de incertidumbre.
No puede ser posible que, en los tres niveles de gobierno, sus autoridades de turno, anuncian grandes eventos con presentación de orquestas, regalos, almuerzos o comidas, para resaltar el Día Internacional de la Mujer, mientras hay madres que lloran a sus hijos que no volverán a ver, como lo que sucede en Puno, que es francamente la gota de agua que rebalsó el vaso, en esta crisis política que afrontamos. Nuestro Perú, necesita en estos momentos seriedad y responsabilidad para proponer alternativas a la crisis política que afrontamos, debemos ir a una urgente convocatoria a elecciones generales, para tratar de resolver está crisis política, es lo inmediato.