Hoy, 12 de setiembre, se cumplen 32 años de la captura del cabecilla de la organización terrorista Sendero Luminoso (SL), Abimael Guzmán Reinoso (fallecido en el 2021), el criminal más buscado de su época y responsable de atentados y asesinatos que sembraron el terror en el país durante más de una década.
La noche del 12 de setiembre de 1992 fue el corolario de un trabajo iniciado en marzo de 1990 con la creación del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) dentro de la Dirección contra el Terrorismo de la Policía Nacional (DINCOTE), cuyo director en ese entonces era el general Ketín Vidal.
Con Benedicto Jiménez y Marco Miyashiro al mando del GEIN se llevó a cabo un prolijo trabajo de inteligencia para llegar a la cúpula de la organización y a su líder, cuyo paradero era un misterio y hasta se dudaba de su existencia ante rumores que hablaban del padecimiento de una enfermedad e inclusive de su muerte.
Una fotografía de 1982 de Guzmán Reinoso, joven y sin barba, era uno de los pocos registros confiables que tenía la Policía Nacional del cabecilla terrorista. En 1988, Guzmán Reinoso brindó una entrevista a El Diario, órgano escrito de difusión de SL, pero la autodenominada “entrevista del siglo” no brindó mayores pistas sobre él.
Todo cambio el 31 de diciembre de 1991, cuando se allanó una vivienda en la urbanización Balconcillo, en el distrito de La Victoria, donde se encontraron nueve cajas con documentos y otros materiales, en una de las cuales se halló el famoso video “Zorba, el griego”, que registraba una reunión de la cúpula senderista.
Los cabecillas de Sendero Luminoso ya no eran unos «fantasmas», sus rostros salieron del anonimato y el GEIN dio un gran paso hacia su objetivo: la captura del camarada Gonzalo, quien en el video aparecía bailando junto a Elena Yparraguirre, su pareja sentimental y número dos de la organización.
Además de la casa de Balconcillo, el 31 de diciembre de 1991 el GEIN intervino varias propiedades, entre ellas una vivienda ubicada en la calle Buenavista 265, en Chacarilla del Estanque, San Borja, donde se sospechaba se escondía Guzmán Reinoso.
Los policías del GEIN no lo encontraron allí, pero recabaron pruebas de su existencia. Los agentes comprobaron que la caja donde se encontró el video “Zorba, el griego” fue trasladada, junto a otras, desde la vivienda de Buenavista. El cerco se estrechaba.
Guzmán Reinoso sería conocido en adelante como el Cachetón por los miembros del GEIN, quienes se abocaron a un arduo trabajo de inteligencia. Disfrazados de mendigos, músicos, recogedores de basura, encuestadores o ambulantes llegaron, finalmente, a identificar la guarida del sanguinario criminal.
Su captura, operación Victoria
A las 20:40 horas del sábado 12 de setiembre de 1992 se puso en marcha la operación Victoria, que concluyó exitosamente con la captura de Abimael Guzmán en la casa de la Calle Uno 459, de la urbanización Los Sauces, Surquillo: «Positivo para el Cachetón», era la frase clave que repetían los policías que ingresaron a la vivienda.
Doce años después de la quema de ánforas electorales en Chuschi, el poblado ayacuchano donde SL perpetró su primer atentado, la organización terrorista más sanguinaria del país era descabezada y comenzaba su declive.
Condenado a cadena perpetua
Unos días después de su captura, Guzmán fue mostrado a la prensa en una jaula y vistiendo un traje a rayas. Tenía el número 1509, fecha del aniversario de la antigua policía de investigaciones.
En octubre de ese mismo año, el fuero militar, con jueces sin rostro, condenó a Abimael Guzmán a cadena perpetua por el delito de traición a la Patria. El terrorista fue recluido en El Frontón, pero luego ser trasladado a la Base Naval del Callao a fin de cumplir su condena.
Sin embargo, años después, en el 2006, el Tribunal Constitucional ordenó un nuevo juicio por la vía civil, el cual, en el 2018, ratificó la pena de cadena perpetua impuesta a Guzmán y toda la cúpula terrorista.
Su muerte
Abimael Guzmán falleció el 11 de setiembre del 2021, a los 86 años de edad y tras cumplir 29 años de condena. Las razones de su deceso fueron causas naturales, según los médicos tratantes.
Fuente: Andina