No trabajan desde hace nueve meses. “Queremos que el gobierno nos deje de discriminar”, sostuvo Cinthia Morante, representante del gremio
Miles de trabajadores formales de los casinos y tragamonedas realizaron una gran marcha pacífica, en protesta porque desde hace casi nueve meses, no pueden volver a sus centros de labores, no obstante que el MINCETUR aprobó en setiembre pasado el protocolo de bioseguridad que se requiere para reiniciar sus actividades.
“El 90% de empleados de los tragamonedas son jóvenes, madres solteras, cabezas de hogar y encargados del sustento. Pero nuestro rubro ha sido discriminado y postergado a comparación de otras actividades de la economía donde hay un mayor riesgo de contagio”, indicó la vocera de los trabajadores Cinthia Morante.
“Las decisiones que el gobierno ha tomado nos ha puesto en una situación precaria por habernos obligado a recurrir al dinero de nuestra jubilación al usar nuestra CTS y nuestros ahorros. La situación no da para más, tenemos deudas de créditos que no podemos pagar como los alquileres y servicios básicos”, agregó Morante.
“Lo que exigimos es nuestro derecho de volver a trabajar, queremos dejar de ser ambulantes, dejar las calles y recuperar nuestro trabajo formal. Nuestro trabajo es tan digno como cualquier otro y no existe razón alguna para que se nos excluya ni discrimine”, sostuvo.
Por último, exhortó al Poder Ejecutivo el reinicio de las actividades de este sector tal como lo han hecho los gobiernos de muchos países de la región. “Nuestras familias tienen derecho a ser alimentadas y ser atendidos en salud y ser educados”, indicaron.
Los casinos y traga monedas es una de las actividades más reguladas en el país. Cada sol que ingresa a la máquina tragamonedas es reportado en tiempo real a la SUNAT.
Los casinos y tragamonedas tributan alrededor de 500 millones de soles al año.
Cabe recordar que el MINCETUR, en setiembre último, aprobó el protocolo sanitario el cual prevé todas las exigencias necesarias para garantizar el distanciamiento social y preservar la salud pública dentro de sus ambientes. “Por ejemplo, sólo funcionarán al 50% del número total de cada sala de juego, y no se ofrecerán bebidas ni comidas entre los clientes”, precisó Morante.