Verde es vida y la vida es multicolor en el ecosistema frágil Loma Costera de Mangomarca, un oasis de vegetación y aire limpio que se abre paso en medio del asfalto y la caótica vida citadina, en el distrito de San Juan de Lurigancho.
Son 500 hectáreas que reverdecen y cobran vida en el invierno limeño, configurando un entorno de inusitado atractivo, que además de su belleza paisajística es el hábitat de diversas especies de fauna y flora silvestre, algunas de ellas consideradas patrimonio de la nación y que están en grave peligro de extinción.
Las lomas de Mangomarca, así como todos los ecosistemas frágiles de este tipo en el país, contribuyen con la preservación de estas especies y también son aliados claves en la lucha contra el cambio climático, la deforestación y contribuyen con la preservación de recursos hídricos, entre otros beneficios. No solo eso.
Igualmente son importantes en el desarrollo de actividades que apoyan la economía de la población, como el ecoturismo sustentable.
No obstante esta importancia, las lomas de Mangomarca se encuentran seriamente amenazadas, sobre todo por la acción del hombre. El tráfico de tierras, las invasiones y la lotización ilegal para la construcción de viviendas han afectado este ecosistema en los últimos años, le han restado extensión, además de haber dañado seriamente su frágil equilibrio. Por lo tanto, es fundamental tomar acciones en aras de preservar esta parte de nuestro valioso patrimonio forestal.
Preservemos espacios naturales
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) desarrollan hoy en las lomas de Mangomarca una campaña que busca lograr que la población tome conciencia sobre la necesidad de preservar este espacio y ponerlo en valor por medio de un esfuerzo colectivo entre Estado y sociedad civil que se traduzca en una gestión sostenible.
En esta actividad –desarrollada en el marco de la Semana Forestal Nacional y que contará con la participación de autoridades del gobierno central, local, funcionarios, congresistas y público en general– se sembrarán árboles, se transferirán recursos forestales decomisados y se colocarán hitos y paneles informáticos, a fin de mejorar la seguridad, entre otras acciones.
Las Lomas de Mangomarca, así como todos los espacios similares incluidos en la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles, deben preservarse y, por ello, esfuerzos de este tipo de nuestras autoridades son encomiables. Ahora falta que todos los peruanos asuman la responsabilidad de cuidar las lomas y mantenerse vigilantes.
Fuente: Andina