La fragmentación política y la falta de cohesión en el Congreso incrementan la incertidumbre, afectando directamente la inversión privada en el país.
El Perú atraviesa una crisis política crónica que ha intensificado la inestabilidad en los tres poderes del Estado, particularmente entre el Ejecutivo y el Legislativo. Desde agosto de 2021, se han presentado 16 mociones de censura y 75 de interpelación, en comparación con las 2 mociones de censura y 23 interpelaciones del quinquenio anterior. Este aumento de la inestabilidad ha deteriorado la administración pública, limitando la eficacia de las políticas gubernamentales.
Según un estudio del Consejo Fiscal, la inestabilidad política actual tiene un impacto significativo en la inversión privada, afectando hasta en un 65 % su variabilidad. La rotación constante de ministros y la fragmentación de las bancadas en el Congreso han exacerbado la falta de cohesión en la gestión pública, reduciendo la eficacia gubernamental y generando mayor incertidumbre.
A medida que se acercan las elecciones generales de 2026, con un número sin precedentes de candidatos, se prevé un escenario de fragmentación extrema del voto. La falta de reformas políticas que aborden la fragmentación y el cortoplacismo del sistema político amenaza con seguir erosionando la estabilidad institucional del país, poniendo en riesgo su recuperación económica.
Fuente: Lima Conecta