Tras seis meses sin poder laborar, saldrán de manera pacífica a las calles para exigir al Estado reapertura de sus centros de labores. Concentración se realizará en Campo de Marte este jueves 26 de noviembre a las 9 de la mañana
Cada vez más sectores productivos se ven afectados por la situación que viven el país y las medidas adoptadas por el gobierno en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19. Uno ellos es sin duda, el gremio de trabajadores de casinos y tragamonedas, que en nuestro país suma un total de 80,000 trabajadores.
En tal sentido, este jueves 26 de noviembre realizará una marcha pacífica, que está convocando a los 80 mil trabajadores formales de los casinos y traga monedas en un llamado al Gobierno de transición para exigir que se reabran sus centros de labores tras seis meses de inactividad.
Cabe señalar que el 90% de empleados de este sector está representado por estudiantes, madres y padres jóvenes, madres solteras, cabezas de hogar; así como encargados del sustento familiar que se han visto perjudicados directamente. A ellos se suman un promedio de 150 mil trabajadores que se benefician de manera indirecta (electricista, gasfiteros, carpinteros, etc.) de este rubro.
La concentración será en el Campo de Marte, ubicado en el distrito de Jesús María, punto desde el que a partir de las 9 am, marcharán con destino al Congreso de la República con la esperanza de ser escuchados. Asimismo, aseguran que cuentan ya con un protocolo aprobado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo MINCETUR, el cual prevé todas las exigencias necesarias para garantizar el distanciamiento social y preservar la salud pública dentro de sus ambientes.
Es necesario mencionar que los casinos y traga monedas son una de las actividades más reguladas en el país. Cada sol que ingresa a la máquina tragamonedas es reportado en tiempo real a la SUNAT. Además, tributan alrededor de 500 millones de soles al año, dinero necesario para el Estado, a fin de poder seguir enfrentando la crisis sanitaria, económica y social que vive nuestro país.
Por otro lado, muchos factores asociados a la presencia de la pandemia, tales como el miedo a contraer el virus, frustración, falta de contacto con amigos y profesores, falta de espacio personal y pérdidas familiares, económicas, además de la limitación de actividades de distracción, han contribuido en el impacto psicológico que tiene la propagación del COVID-19.