El crimen organizado extiende su control sobre pequeños negocios y conductores de transporte público, mientras los planes de seguridad no muestran resultados.
Comerciantes formales y chóferes de transporte público en Lima se han convertido en las principales víctimas de mafias dedicadas a la extorsión. Según el ex director general de la Policía Nacional del Perú, Eduardo Pérez Rocha, el crimen organizado ha intensificado sus ataques, cobrando cupos a pequeños empresarios y conductores con cuotas que rondan los 5 soles diarios por vehículo. “Ya no se trata de grandes mafias, sino de pequeños grupos que operan con total impunidad”, señaló Pérez Rocha.
A pesar de las 140 mil denuncias por extorsión registradas este año, las autoridades no han implementado políticas efectivas para enfrentar el problema. “El plan ‘Amanecer Seguro’ apenas ha mostrado resultados”, criticó el exgeneral. Además, destacó la necesidad urgente de tecnología y coordinación entre las fuerzas de seguridad para combatir este tipo de crímenes que afectan a miles de familias en todo el país. Las soluciones, por ahora, siguen sin materializarse.