La grave crisis política, social y económica que viven y afrontan los tres niveles de gobierno, nos ha llevado a una recesión económica que poco a poco viene volviendo más pobres a los ciudadanos de nuestro país.
Los que parecieran, viven en una burbuja, son las autoridades y funcionarios del Estado. Con una presidenta de la República, Dina Boluarte Zegarra, acorralada por Rolex, cadenas y pulseras de oro y lo que francamente ya fue la gota de agua que rebaso el vaso, su ausencia del gobierno por 12 días, ocultada al país, para aplicarse una cirugía estética, es decir quería o quiere verse bella. Atrapada por la sensualidad del poder político.
Esta situación viene generando una nueva crisis política por una presunta infracción constitucional, planteada por la congresista Ruth Luque, que podría terminar en su vacancia presidencial.
Pero mientras esto sucede y ocupa la agenda de los principales medios escritos, televisivos, radiales y portales de noticias, no podemos ser indiferentes a lo que viene sucediendo por ejemplo con las decisiones de la Junta Nacional de Justicia con respecto a los organismos electorales, que han empezado a desmantelarse, por otro lado la designación de un nuevo Contralor General de la República y desde el Congreso promoviendo la creación de una nueva instancia que reemplace a la Junta Nacional de Justicia, cuyo principal papel es nombrar, ratificar y cesar magistrados. Así están las cosas y la ciudadanía es absolutamente ajena a esta situación.
Hay que recordar que, desde el Congreso de la República, para aprobar el retorno de la Bicameralidad se modificó 50 artículos la Constitución. Ahora, para desaparecer la Junta Nacional de Justicia, se pretende modificar 12 artículos constitucionales. Y nadie dice nada, no hay un solo pronunciamiento institucional de los partidos políticos.
A nuestro querido país, se le vienen horas de lucha, es la ciudadanía debidamente organizada la que debe expresarse en las calles exigiendo adelanto de elecciones, para frenar la dictadura congresal y tratar de corregir esta crisis moral, que nos viene afectando donde la corrupción, solo en el año 2023, ha hecho perder al país más de 24 mil millones de soles, un verdadero festín para las autoridades y funcionarios públicos corruptos.