Los argumentos que plantea el proyecto presentado por un grupo de congresistas de Acción Popular para el retorno de la inmunidad parlamentaria parecen una broma de mal gusto.
Serán ‘Niños’ pero no tienen nada de inocentes. La repartija y el viajecito son sus golosinas favoritas. Sus berrinches se ven plasmados en proyectos de ley. Ya no pueden ir al colegio porque su profesor está preso. Y lo que más anhelan para esta o cualquier otra Navidad no son juguetes, sino impunidad.
Esta semana, nueve integrantes de la bancada de Acción Popular incluidos en diversas investigaciones del Ministerio Público, entre ellas el denominado Caso ‘Los Niños’, presentaron un proyecto de reforma constitucional para restablecer la inmunidad parlamentaria. Como se recuerda, dicha figura fue eliminada en el 2021 porque era utilizada como herramienta de blindaje. Pero este antecedente poco le importó a ese grupo de congresistas, quienes ya parecen inmunes y blindados contra la vergüenza y el rechazo de la opinión pública.
“Si nos investigan, nos protegeremos”, parece ser la consigna de los firmantes de la iniciativa. No sorprende que otros cuestionados congresistas como Américo Gonza, Kelly Portalatino y María Agüero hayan expresado su respaldo a la propuesta. Pero también hay representantes de otras bancadas que están en contra o que consideran que no es el momento para debatir el retorno de la inmunidad. Incluso una de las firmantes, Silvia Monteza, retiró su rúbrica del documento un día después de haber sido presentado.
Los argumentos que plantea el proyecto parecen una broma de mal gusto. Según sus autores, el retorno de la inmunidad es necesario “viendo la trascendencia de contar con un Poder Legislativo potente que esté a la altura para materializar los grandes retos del país, sin sucumbir a las presiones de grupos interesados”. Siguiendo la lógica de las mentes maestras que lo redactaron, si se blindara a Elvis Vergara, a Jorge Flores Ancachi o a alguno de los mocha sueldos tendríamos un Congreso “potente”.
Si algún congresista libre de investigaciones y procesos penales presentara un proyecto para restablecer la inmunidad parlamentaria, se podría abrir la puerta de un debate para evaluar la pertinencia de contar nuevamente con este mecanismo. Pero que nueve u ocho legisladores con problemas con la justicia lo hagan no es más que una reverenda sinvergüencería, un descarado intento por legislar en beneficio propio.
Si Acción Popular quiere volver a ser algún día un partido respetable, no solo debe expectorar a los legisladores que utilizaron a la agrupación como plataforma política. También le debe ofrecer al país un mea culpa institucional por haberlos llevado como candidatos.
Fuente: El Comercio – Héctor Villalobos