Con una Convención Constitucional en marcha, el estado de excepción decretado en varias partes del país debido en parte al conflicto mapuche y el recuerdo aún fresco de las manifestaciones masivas de 2019, Chile elegirá en noviembre un nuevo presidente para transitar este difícil camino y legisladores para renovar el Congreso en una época de cambios.
La primera vuelta tendrá lugar el 21 de noviembre, y si no se cumplen las condiciones mínimas para elegir los cargos, habrá una segunda vuelta el 19 de diciembre de 2021. El jueves 18 de noviembre, cuatro días antes, concluirá la propaganda electoral.
¿Quiénes compiten y cómo llega Chile a estas elecciones? A continuación, las claves principales.
¿Qué se elige?
Los chilenos acudirán a las urnas para elegir a un nuevo presidente, senadores y diputados para el Congreso Nacional de Chile y consejeros regionales.
En el caso de las elecciones presidenciales, hay siete candidatos registrados:
- Sebastián Sichel Ramírez, Pacto Chile Vamos
- Gabriel Boric Font, Pacto Apruebo Dignidad
- José Antonio Kast Rist, Partido Republicano de Chile
- Franco Parisi Fernández, Partido de la Gente
- Marco Enríquez-Ominami Gumucio, Partido Progresistas de Chile
- Yasna Provoste Campillay, Partido Demócrata Cristiano
- Eduardo Artés Brichetti, Partido Unión Patriótica
De acuerdo con la actual Constitución de Chile, se convertirá en presidente quien obtenga la mayoría absoluta de los votos. Si esto no ocurre, los dos candidatos que hayan obtenido la mayor cantidad de votos deberán competir en una segunda vuelta.
También habrá elecciones para el Congreso Nacional de Chile. En el caso de la Cámara de Diputados, cuyos miembros tienen mandatos de cuatro años, se renovará la totalidad de los escaños.
En la Cámara de Senadores, en tanto, sólo se renovará una parte de sus miembros —con mandatos de ocho años— pertenecientes a las jurisdicciones de Antofagasta, Coquimbo, O’Higgins, Ñuble, Biobío, Los Ríos, Los Lagos, Magallanes y Metropolitana.
Ese mismo día también se elegirán consejeros regionales pertenecientes a los 16 consejos regionales —órganos con funciones normativas, resolutivas y fiscalizadoras, según la ley 19.175—.
¿Cuáles son los principales candidatos a la presidencia?
El sucesor o sucesora de Sebastián Piñera, actual presidente de Chile, no está aún claro, pero las encuestas han estado mostrando algunas primeras tendencias.
De acuerdo con una consulta publicada el domingo por Plaza Pública Cadem, los candidatos José Kast, del partido Partido Republicano de Chile, y Gabriel Boric, del Pacto Apruebo Dignidad, lideran las intenciones de voto con el 24% y 19%, respectivamente. En tercer lugar aparece Yasna Provoste, del Partido Demócrata Cristiano, con el 11%.
La encuesta fue realizada entre el 27 y el 29 de octubre mediante llamadas telefónicas a celulares, y se consultaron 1.005 personas mayores de 18 años, con un margen de error de 3,1 puntos porcentuales, de acuerdo con la metodología de Plaza Pública Cadem.
Mientras que un estudio de la consultora Activa/Poder Ciudadano realizado a finales de octubre, ofreció resultados similares: 22,2% para Kast, 17,4% para Boric y 9,5% para Provoste.
En este caso, Activa/Poder Ciudadano consultó a 2.027 personas mayores de 18 años a través de entrevistas en línea entre el 25 y 29 de octubre de 2021, con un margen de error de 2,2%, de acuerdo con la metodología publicada.
Estos números están lejos del 50% + 1 que exige la actual Constitución, por lo cual, de confirmarse, llevarían a una posible segunda vuelta entre Kast y Boric.
Al respecto, ambas encuestadoras señalaron que Boric registra una mayor intención de voto que Kast en segunda vuelta: 42,9% contra 36,8%, según Activa, y 44% contra 36%, según Cadem.
José Kast y Gabriel Boric
Kast nació en 1966 y es abogado. Pertenece a una familia ligada a la política y fue diputado por la Región Metropolitana entre 2002 y 2018 y anteriormente concejal de Buin, acuerdo con la reseña bibliográfica del Congreso Nacional de Chile. Ya había participado en las elecciones presidenciales de 2017, cuando obtuvo el 7,93% de los votos.
Es simpatizante de Pinochet y uno de los fundadores del Partido Republicano de Chile, una nueva fuerza política de ultraderecha, y anteriormente militó en la Unión Demócrata Independiente, opositora a la Concertación de Partidos por la Democracia que gobernó Chile tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
Entre algunas de sus propuestas se encuentra construir una zanja en la frontera para evitar la llegada de migrantes y retirar a Chile de la ONU, además de describirse en contra de la adopción por parejas del mismo sexo y el derecho al aborto.
Mientras que Boric nació en 1986, también es abogado y ha sido diputado por la Región de Magallanes y Antártica Chilena desde el año 2014, de acuerdo con su propia reseña bibliográfica. Fue presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), sucediendo a Camila Vallejos, y lideró las protestas estudiantiles de 2011 que pedían mayor acceso a la educación.
Boric también participó en la firma del «Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución», en el contexto del «estallido social» de 2019.
Pertenece a Convergencia Social, un partido político de izquierda vinculado al Frente Amplio, y tras las elecciones primarias, en julio de 2021, se convirtió en el candidato de la coalición Pacto Apruebo Dignidad.
Ni Kast ni Boric forman parte de las fuerzas tradicionales que han gobernado Chile en las últimas décadas: Nueva Mayoría, de la expresidenta Michelle Bachelet y heredera de la Concertación, y Chile Vamos, del actual presidente Piñera.
¿Cómo llega Chile a estas elecciones?
A mediados de octubre Piñera decretó el estado de excepción constitucional de emergencia en las provincias de Biobío y Arauco, en la región del Biobío, al igual que en las provincias de Malleco y Cautín, en la región de La Araucanía, citando como causa a “los graves y reiterados hechos de violencia vinculados al narcotráfico, al terrorismo y al crimen organizado cometidos por grupos armados”.
La situación se enmarca, en parte, en el histórico conflicto mapuche, que afecta tanto a Chile como a Argentina, y el cual ha crecido en intensidad en los últimos meses con manifestaciones e incidentes a ambos lados de la frontera.
En el país también se vive una crisis en materia migratoria en el norte por el afluente de venezolanos y peruanos, entre otras nacionalidades, que ha dejado numerosos incidentes violentos entre residentes y los migrantes que intentan llegar al país.
Chile, uno de los países más ricos de la región, se enfrenta también a una caída de la economía en 2020 debido a la pandemia de covid-19 —su PIB cayó un 6%, su peor recesión en décadas— y busca el camino a la reactivación.
Al mismo tiempo, desde el 7 julio está en marcha una Convención Constitucional en Chile, presidida por la activista mapuche Elisa Loncón, para redactar una nueva carta magna que reemplace a la de 1980, adoptada durante la dictadura de Pinochet.
El llamado a la redacción de una nueva constitución fue aprobado en 2020 —mediante un plebiscito tras el «Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución»— y busca incorporar nuevos derechos y garantías en el texto en un contexto de crisis de legitimidad y conflicto social. El texto final debería estar listo a mediados de 2022.
El camino hasta esta Convención Constituyente comenzó, a su vez, con el «estallido social» de 2019, una ola de manifestaciones masivas en Chile por los altos cosos de vida y la desigualdad, que convulsionaron al país luego de se produjeran choques violentos entre manifestantes y la policía —dejando al menos 31 muertos—, tras la cual hubo toque de queda en numerosas regiones y el despliegue de fuerzas armadas en las calles por primera vez en 30 años.
Fuente: CNN