Tras supervisión de establecimientos sanitarios en Ica para verificar el cumplimiento de prácticas y actividades frente al COVID-19 durante el proceso de vacunación.
El equipo de auditores de la Contraloría General, desplegado en toda la región de Ica, identificó riesgos en el proceso de aplicación de vacunas, cadena de frio, manejo de residuos sólidos y eventos posteriores a la vacunación frente al COVID-19 en los nosocomios de Palpa, Pisco, Ica y Nasca del Seguro Social de Salud – EsSalud.
Según Informe de Control Concurrente N° 5473-2021-CG/GRIC-SCC se advirtió, además, que el transporte interno de los residuos sólidos de los Centros de Atención Primaria Palpa y Nasca, no cuenta con rutas previamente determinadas, señalizadas y establecidas, poniendo en riesgo las condiciones de seguridad del personal, pacientes y visitantes.
A esto se suma que los almacenes finales de residuos sólidos no se encuentran debidamente delimitados y señalizados por cada clase de residuo (comunes, biocontaminados y especiales), generando riesgo de contaminación ambiental en el interior de los nosocomios por la mezcla de los mismos y consecuente propagación de enfermedades.
Otro hallazgo está referido al Centro de Atención de Palpa que no cuenta con un ambiente de almacenamiento final de residuos sólidos, generando riesgo de contaminación ambiental en el interior, lo que podría afectar la integridad y salud del personal que labora en estas dependencias, debido al incumplimiento de las normas sanitarias.
De la supervisión realizada, se comprobó que los Establecimientos de Salud de Pisco, Palpa y Nasca, así como el Centro de Vacunación en Ica a cargo de la Red Asistencial de EsSalud Ica, no cuentan con estabilizadores de voltaje, situación que podría generar posibles daños ante intempestivos cortes de fluido eléctrico o variaciones de tensión y consecuentemente daños en los equipos que almacenan las vacunas COVID-19.
Los resultados del control simultáneo fueron comunicados al titular de la entidad, con la finalidad de que se adopten las acciones preventivas y correctivas que correspondan, en el marco de sus competencias y obligaciones en la gestión institucional con el objeto de asegurar la continuidad del proceso de vacunación frente al coronavirus.
De este modo, la Contraloría está más que comprometida con salvaguardar el buen y correcto uso de recursos públicos para menguar los efectos que viene dejando el coronavirus en nuestro país. Así como cautelar minuciosamente los protocolos y normas establecidas por las autoridades sanitarias.