País llanero vive horas decisivas para su futuro.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, asume hoy, viernes 10 de enero, su tercer mandato consecutivo, entre acusaciones de fraude y aislamiento internacional, pero con el apoyo de los militares y el resto de los poderes del Estado a sus pies.
La investidura se produce un día después de una marcha opositora que terminó con la denuncia de un breve arresto de su líder María Corina Machado, que el gobierno negó y calificó de «invento», mientras el plan de Edmundo González Urrutia de asumir el cargo se vuelve cada hora más improbable.
Maduro movilizó a sus seguidores el jueves y llamó a «salir a las calles por millones» para su juramentación. «El 10 juro con Maduro por el futuro», reza uno de su eslogan.
«Maduro no se va, se queda», zanjó la manifestante chavista Coromoto Maguali, de 65 años.
El acto está previsto para el mediodía (16H00 GMT) en la sede del Parlamento, que el chavismo controla.
En los alrededores del legislativo y el resto de los poderes públicos, en el centro de Caracas, fueron desplegados centenares de agentes de seguridad fuertemente armados, parte de un plan de «defensa» nacional de Maduro.
Las autoridades anunciaron el viernes de madrugada el cierre de la frontera con Colombia hasta el lunes ante la supuesta «información de una conspiración internacional para perturbar la paz de los venezolanos», dijo el gobernador del fronterizo estado Táchira, Freddy Bernal.
Las denuncias de planes para derrocar a Maduro son frecuentes, y Colombia y Estados Unidos normalmente los responsables.
Washington -que niega cualquier complot- ha expresado su reconocimiento a González Urrutia, que visitó la Casa Blanca esta semana. El próximo presidente, Donald Trump, se refirió a él el jueves como «presidente electo».
– Corina Machado –
Machado salió de la clandestinidad el jueves para participar de una protesta contra la investidura de Maduro.
«Hoy toda Venezuela salió a la calle», celebró Machado ante centenares de seguidores, con quienes antes cantó el himno nacional. «¡No tenemos miedo!», repitió, siguiendo el coro de los manifestantes.
Después de su discurso, subió a una moto y partió. Pocos minutos después una confusión comenzó con la noticia de un arresto, que el gobierno tachó de «invento» y «mentira». Su equipo político luego reportó que fue «retenida por la fuerza» y luego liberada.
Fuente: Andina