La falta de estabilidad impide la reactivación de proyectos y la llegada de nuevas inversiones, lo que deja al país en una situación de estancamiento económico.
La falta de estabilidad social y política en Perú ha generado un ambiente de desconfianza que frena la llegada de nuevas inversiones, según señaló el analista político Ángel Delgado.
“Hay vasos comunicantes entre la política y la economía, y una crisis permanente como la que vivimos afecta directamente el crecimiento lo que imposibilita mejores oportunidades para la población”, comentó Delgado.
La situación se ha agravado desde la pandemia y la gestión de Pedro Castillo, lo que ha llevado a un estancamiento económico y un aumento acelerado de la pobreza. Solo en el último año, 800 mil personas se sumaron a las cifras de pobreza, según estadísticas oficiales.
Delgado destaca que, a pesar de posibles medidas para incentivar la inversión, sin confianza en el gobierno, los inversionistas temen un clima hostil que impida el retorno de sus capitales.
Fuente: Lima Conecta