Josué Gutiérrez juró como defensor del pueblo ante el presidente del Congreso de la República, José Williams Zapata, tras ser elegido por el pleno el pasado miércoles 17 de mayo.
A la ceremonia, desarrollada en el hemiciclo Raúl Porras Barrenechea, del Palacio Legislativo, participaron ministros y congresistas de diversas bancadas; así como titulares de la ONPE y el RENIEC, y autoridades civiles y militares.
En su discurso, el titular del Congreso, José Williams, manifestó que la Defensoría del Pueblo nació como un órgano constitucional autónomo, con la finalidad de proteger los derechos constitucionales de las personas y de la comunidad, así como supervisar los deberes del Estado y la prestación de los servicios públicos.
Asimismo, precisó que el Congreso tiene la responsabilidad de elegir al defensor del pueblo a través de una votación calificada, es decir, más de 87 votos, lo que supone «un amplio diálogo y consenso».
«La elección del defensor del pueblo no depende de una o tres bancadas, sino de una suma de votos de varias bancadas que formen una mayoría. De esta manera el Congreso cumplió con elegir al defensor, al que felicito y exhorto a cumplir con responsabilidad y dentro de la legalidad las tareas del alto cargo que asume», refirió.
Defensor del pueblo
Durante su participación, el defensor del pueblo, Josué Gutiérrez, agradeció al Congreso haberle otorgado «este delicado encargo», el mismo que, dijo, acepta «con humildad, pero con valentía».
Asimismo, propuso al Congreso la creación de un Registro Nacional de Supervisores de Estudios y Obras, plataforma que estará a cargo de la Defensoría del Pueblo para permitir la vigilancia ciudadana de las obras.
«El Congreso cumple un rol fiscalizador, así como el consejo regional y municipal y el sistema de control a cargo de la Contraloría, pero ahí falta algo, la participación ciudadana y hay que hacerlo con la Defensoría. De tal manera que sirva como insumo para que la población el Congreso y Contraloría puedan monitorear el gasto público», agregó.
Además, precisó que la Defensoría del Pueblo tiene que ser independiente de cualquier ideología, porque los derechos humanos están por encima, «por lo que esta institución no debe ser tienda de un partido político».
Por último, pidió al país «el derecho de la duda» para permitir que pueda servir al frente de esta institución y hacer «todo lo humanamente posible en bien de los que menos tienen».
Fuente: Andina