Pedro Castillo cumplió sus primeros 100 días como presidente de Perú, un periodo plagado de turbulencias, silencios, indecisiones, ambigüedades y contramarchas acompañadas por una oposición voraz que parece no aceptar el resultado electoral y cuyos extremos piden la destitución del mandatario.
Desde que el 28 de julio jurara como jefe de Estado, el maestro y líder sindical no ha tenido respiro, casi siempre en el ojo de la tormenta ante las tensiones internas de las distintas fuerzas que componen su Gobierno y las externas de la oposición, centrada en demoler a sus ministros más cuestionados.
Fuente: EFE