El contralor Nelson Shack aseguró que por cada sol que se invierte en las acciones de control concurrente a las obras y licitaciones que realiza el Estado se ahorra seis soles en eventuales penalidades y sobrevaloraciones.
Precisó que el control concurrente permite que la ejecución del gasto público fluya, a través del acompañamiento de control que despliega la Contraloría a los funcionarios públicos encargados de su ejecución, desde que empieza la obra hasta que termina.
“Todos nos piden desarrollar el control concurrente, se videncia que por cada sol que se invierte en este mecanismo de control estaríamos ahorrando al Estado 6 veces en penalidad y sobrevaloraciones que no se pagan”, declaró en Andina Canal Online.
Sostuvo que el estimado que tiene la Contraloría de lo que se pierde en actos de corrupción es el 15% del Producto Bruto Interno (PBI), lo que representa 23 mil millones de soles de los recursos públicos.
Contratos de gobierno a gobierno
Asimismo, sostuvo que se requiere puntualizar la forma cómo se debe llevar a cabo el control en los contratos de gobierno a gobierno para la ejecución de obras, lo que implica que haya una total apertura del gobierno y de las entidades ejecutoras sobre la disponibilidad de información y la oportunidad.
Precisó que, en el caso de los Panamericanos, donde se ejecutaron 13 grandes obras, se desplegó el control concurrente por un acuerdo de buena fe, lo que ha permitido un buen desempeño de las inversiones, dado que solo se hará control posterior en dos obras por sobrecostos que se deben explicar.
También se realiza un control concurrente, según dijo, en el proyecto de la Carretera Central que se ejecutará a través de un convenio con el gobierno de Francia. La Contraloría había advertido dos observaciones que fueron levantadas por el Ejecutivo, con lo cual se da por superadas las preocupaciones.
Comentó que actualmente se está implementando el mecanismo de gobierno a gobierno en el aeropuerto de Chinchero, la carretera Central, la Vía Expresa Callao, el hospital Lorena del Cusco y la reconstrucción del norte.
Fuente: Andina