Debemos esperar una mayor propensión a huaicos en la sierra sur y en la central.
Estamos inmersos en lo que se conoce como La Niña. A diferencia del fenómeno de El Niño, en la versión opuesta –que es la actualmente establecida– una enorme porción del océano Pacífico a lo largo de su sección ecuatorial se enfría durante varios meses por debajo de sus valores habituales.
En el caso peruano, la presencia de un evento moderado o fuerte de La Niña apunta a incrementar las precipitaciones en la sierra sur y central principalmente.
Las recientes crecidas en los ríos de la costa central. Las continuas lluvias en Chosica o las regulares precipitaciones de lluvia en la ciudad de Arequipa y las fuertes nevadas en los pasos cordilleranos de la sierra sur. Son todas manifestaciones más habituales durante La Niña. En consecuencia, debemos esperar una mayor propensión a huaicos en la sierra sur y en la central.
Adicionalmente, hay un calentamiento litoral del mar en el sur que debe ser considerado como un agregado a favor de los riesgos en el sur.
En el norte, la señal es inversa y los riesgos en consecuencia van más del lado de la falta que del exceso de lluvias. Respecto de esto último, la temperatura fría del litoral norte puede inhibir aún más las lluvias. Si se calienta – y puede suceder ello, transitoriamente–, ocurrirá lo opuesto.
Fuente: Perú 21 – Abraham Levy