No puedo sustraerme de escribir algo para recordar a Diego Armando Maradona, quien falleciera por causas naturales en Argentina. Tuve la suerte de estar en el estadio nacional, cuando El Diego vino en el año 1,979 por primera vez a nuestro país, con su equipo Argentino Juniors para enfrentar al seleccionado de Perú que se preparaba para las eliminatorias del mundial de ese año.
Lo vi jugar, divertirse con el balón e impresionado por la afición peruana que no le escatimaba aplausos cada vez que tocaba pelota. El Diego se deleitaba y deleitaba a las tribunas quienes le rindieron tributo, sin jugar extraordinariamente pero se dejaba querer por su futbol sencillo, vigoroso, creativo y de fuerza para empujar a su equipo, terminó el partido 2 a 2 y al salir del estadio, comentaba con los amigos del barrio que habíamos visto a un extraordinario jugador que iba a dar mucho que hablar y no nos equivocamos.
Vinieron los partidos oficiales no solo de la selección argentina, sino los partidos internacionales de los equipos por donde paso El Diego desde su Argentina querida hasta Italia donde hay toda una conmoción social por el fallecimiento de El Diego. Napolí equipo de segunda de futbol italiano que El Diego llevó con su magia a ocupar lugares privilegiados en el futbol europeo y eso la gente no olvida.
En el año 1,985 partido de eliminatoria Perú – Argentina clasificatorio para el Mundial México 86 donde se recuerda la marca que ejerció Lucho Reyna sobre El Diego y no lo soltó. Al final Perú se impuso 1 a 0 y salimos contentos porque vimos a El Diego y ganó Perú.
Hoy, El Diego descansa en paz en olor de multitud, las puertas de la Casa Rosada se han abierto para cobijar en su interior a El Diego en un velatorio que ha congregado a sus hinchas, a su pueblo, El Diego es de todos. Descansa en paz Diego Armando Maradona y gracias por haber disfrutado tu futbol y las alegrías que nos diste a todos los sudamericanos con tus triunfos y de tu Argentina querida…. La pelota no se mancha.