En reciente rueda de prensa el ingeniero Jaime Salomón se refirió a los últimos acontecimientos que se han producido en nuestro país y dijo: “En primer lugar, veo que estamos frente a una juventud que se encuentra muy viva. Lo he dicho muchas veces, la clase política peruana ha perdido contacto con la realidad ciudadana y es absolutamente cierto, pero dentro de la ciudadanía existe una generación que no solo ha sido abandonada, sino que no ha sido tomada en cuenta para absolutamente nada”.
Agregó, Salomón, “le doy un ejemplo: Si yo tuviera 20 o 25 años y me he esforzado por estudiar una carrera universitaria o técnica y salgo a buscar trabajo, en primer lugar me van a exigir mi CV y dependiendo del mismo, salvo que me pidan “X” años de experiencia laboral, podré recibir un sueldo mensual -con mucha suerte- de entre 1.300 a 3.500 soles y sólo en algunos casos y dependiendo de una serie de factores extraordinarios podré aspirar a ganar entre 5 a 6 mil soles mensuales”.
Subrayó el precandidato congresal por Avanza País, “entonces, como no se va a enfurecer esta generación, si ven que, para ser congresista, prácticamente no debes cumplir ningún requisito, no tienes que haber estudiado nada, no tienes que demostrar capacidad en nada y así, de la nada, puedes ganar 15,600 soles más 7 mil y tantos por función congresal y entre viáticos y demás puedes llegar a percibir más de 35,000 soles por mes. Pero, eso no es todo, porque si, además, le sumamos la incapacidad, la falta de gestión y la percepción de corrupción de los congresistas… ¿cómo no vas a estar indignado?” se preguntó.
Remarcó, Salomón que “esta primera gran enseñanza -de la que nadie habla-, debe cambiar en el próximo congreso. Los futuros congresistas deberán demostrar capacidad acreditada, logros, objetivos alcanzados; a fin que la juventud pueda sentir o mejor dicho logre percibir que algo comienza a cambiar. Los jóvenes quieren autoridades que los representen de verdad, que tengan un CV y logros reales, con capacidad y sapiencia para actuar siempre en función del país, de la población; no de intereses subalternos. En conclusión, el descontento no tiene nombres o apellidos, tiene como origen una forma de hacer y ejercer la política que es indispensable desterrar, ya que ser congresista o presidente es firmar una especie de contrato de trabajo con el Perú. Se debe recuperar la confianza de los ciudadanos… pero, por sobre todas las cosas, se debe recuperar la confianza de la juventud, porque es ahí donde se encuentra el futuro del país”.
Respecto al presidente Sagasti.
Como ya ha venido señalando manifestó Salomón, quien es doctor en administración estratégica que “lo que realmente espero es, que el presidente no se confunda, que no le dé soroche político. Que no se le suban los humos. No debe cometer el mismo error de Vizcarra, que no se dio cuenta que no era un presidente electo. Escuché en el discurso de Sagasti, muy buenas intenciones, pero lo más importante es que entienda que su verdadera función, es garantizar un correcto proceso electoral y dejar los cambios que hacen falta, para los nuevos gobernantes. En pocas palabras Sagasti, como presidente de una transición muy corta, debe estabilizar el barco y evitar que las presiones políticas y las ideologías -vengan de donde vengan-, vuelvan aponer el barco a la deriva”.
El futuro económico
Finalmente, Jaime Salomón se refirió a la crisis económica que golpea el país agravada por la pandemia, sosteniendo que “no depende de este gobierno. Depende del próximo. Pero, también del Congreso. Nuestro país ha sido el más afectado del mundo por los contagios y en deterioro de su economía. Les guste o no… esa es la verdad. Y desde esa misma verdad, el futuro es reconstruir los cimientos de nuestra economía… y cuando digo nuestra, me estoy refiriendo a la de todos. Por lo tanto, pido que a este Congreso -al que le queda muy poco-, pido a estos congresistas, tengan un último acto de responsabilidad y no propongan nada que altere el objetivo de reconstrucción y cambio que necesita el país” puntualizó.
Escribe: Roberto Villagómez – reportero