La Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (FTCCP) demanda apoyo económico para familias de los trabajadores en construcción en todo el país
En todo el País, los 450,000 trabajadores en construcción civil y sus familias no han recibido apoyo económico social del Estado tras la paralización de obras por la cuarentena, denunció el secretario general de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (FTCCP), Luis Villanueva.
“Por las características especiales de nuestras labores no accedemos a ninguna de las figuras de protección social dadas hasta la fecha por el Gobierno. Son más de 40 días sin salarios y se anuncia que el sector construcción recién se reactivará progresivamente desde el mes de
agosto. Es urgente la asistencia social económica del Gobierno para los trabajadores de este sector y sus familias”, señaló.
Villanueva Carbajal explicó que los trabajadores de la construcción no han accedido al primer BONO de 380 soles porque los trabajadores del sector son dependientes y aparecen registrados en planilla en algunos meses de los últimos doce antes de la declaratoria de emergencia sanitaria.
Tampoco han accedido al BONO ECONÓMICO aprobado para los trabajadores independientes o autónomos. No pueden realizar trabajo remoto y tampoco han accedido a la licencia con goce haber.
Como somos trabajadores eventuales, no tenemos CTS para retirar del sistema financiero porque la mayoría estuvo en la informalidad y además este beneficio laboral se paga semanalmente o al término del frente de trabajo para el que fue contratado el trabajador. Y, por si fuera poco, no podemos acceder al BONO ECONÓMICO UNIVERSAL recientemente anunciado por el Gobierno porque se nos considera como trabajadores dependientes”, advirtió.
Por todo ello, los trabajadores en construcción civil participaron del cacerolazo digital convocado por la CGTP el 24 de abril, y reclamaron el BONO ECONÓMICO DE 380 SOLES QUINCENALES del Estado para paliar el hambre, la necesidad y sobrevivir a la pandemia.
Denuncia que a los trabajadores en construcción civil y sus familias no los va a matar el COVID-19, los va a matar el hambre.