Quienes tuvimos la esperanza en PPK por su brillante trayectoria, hoy estamos decepcionados, conscientes que el negociado y sus lobby, fueron la garrocha para saltar más alto.
Quienes creyeron que el fujimorismo podría reeditar sus éxitos de los 90, solo les quedó ver a sus nuevos líderes Kenji y Keiko, reeditar las practicas montesinistas, jugando a Caín y Abel, con el triste espectáculo de la compra de congresistas y el chuponeo, práctica que los llevó a la vergüenza y el descrédito el 2000.
El Perú se hunde en la desesperanza y la desconfianza, la Democracia Representativa se ve vulnerada por la corrupción, sin embargo la Democracia sigue siendo mejor que la dictadura, sino preguntemos a nuestros hermanos Venezolanos que hoy inundan nuestro País.
Pero urge Reformas Políticas, que los actuales congresistas no están dispuestos a realizar, simplemente porque otorongo no come otorongo. Los peruanos tenemos que tomar conciencia, no ser indiferentes y aprender a elegir, para que la triste historia no se repita nunca más, pero debemos mantener viva la esperanza que somos una raza honesta capaz de recuperarse de este duro golpe, y trabajar arduamente para erradicar este mal que se afianzado en nuestra sociedad.
Escribe: Luis Milla Soto – Consultor Municipal